Escuchar también es una forma de cuidar.

Brindar primeros auxilios psicológicos no es una habilidad exclusiva de los profesionales. Todos podemos aprender a observar, escuchar con atención y conectar con empatía. No se trata de resolver el problema, sino de estar presentes.
En esta entrada te compartimos tres principios clave para reconocer cuándo alguien está emocionalmente abrumado y cómo acompañarlo sin invadir, juzgar o forzar. También es una invitación a cuidarnos emocionalmente en el día a día.
Un puente en medio del caos

Cuando alguien atraviesa una situación difícil, estresante o abrumadora, es normal que se sienta sin control, sin palabras o con ganas de huir. Los Primeros Auxilios Psicológicos (PAP) están pensados justamente para esos momentos. No se trata de terapia, sino de una primera respuesta humana, empática y respetuosa.
Conoce sus principales enfoques:
Los Primeros Auxilios Psicológicos nos recuerdan algo fundamental: no necesitamos ser expertos para acompañar. A veces, basta con estar presentes, escuchar de verdad, ofrecer una mano o ayudar a tender un puente hacia quienes pueden sostenernos mejor. En momentos difíciles, el cuidado comienza con lo más simple: humanidad.
Primeros Auxilios Psicológicos: Un Apoyo Vital en Momentos de Crisis Emocional

Cuando pensamos en primeros auxilios, lo primero que nos viene a la mente es la atención inmediata para heridas físicas o accidentes corporales.
Pero, ¿sabías que también podemos entrenarnos para brindar primeros auxilios psicológicos?

¿Qué son los primeros auxilios psicológicos?

¿Quién puede brindar primeros auxilios psicológicos?
Este tipo de auxilio no es exclusivo de profesionales en salud mental; cualquier persona informada y sensibilizada puede ser un soporte vital para quien lo necesita, ya sea ofreciendo contención inmediata o facilitando la conexión con redes de apoyo familiares, sociales o comunitarias.

Regálate unos minutos al día

En medio de las jornadas exigentes, los tiempos apretados y la constante atención a otros, a veces olvidamos cuidar de nuestro propio mundo emocional. Aquí te compartimos cuatro técnicas sencillas y efectivas para regular tus emociones en cualquier momento del día, sin necesidad de grandes preparativos.
Técnica 1: Respiración Consciente
Técnica 2: Micro Anclajes Sensoriales
Técnica 3: Movimientos suaves
Técnica 4: Autodiálogo Compasivo
Si alguna vez notas que alguien a tu alrededor necesita contención en medio de una crisis emocional, pronto te contaremos cómo brindar Primeros Auxilios Psicológicos (PAP) de manera respetuosa y efectiva.
Regular no es reprimir: aprendiendo a manejar lo que sentimos
Durante nuestra segunda sesión del taller de salud mental, nos adentramos en un tema fundamental para el bienestar diario: la regulación emocional.
A veces las emociones pueden sentirse intensas, como una tormenta que llega de repente. La tristeza, el miedo, la rabia… todas tienen un propósito y están hechas para expresarse. Pero cuando se viven con demasiada intensidad, pueden desbordarnos. Ahí es donde entra la regulación emocional.


¿La clave? Conocer cómo se manifiestan en nuestro cuerpo, en nuestra mente y en nuestras acciones.
¿La clave? Conocer cómo se manifiestan en nuestro cuerpo, en nuestra mente y en nuestras acciones.
Porque conservar la calma no significa no sentir. Significa sentir con conciencia, con amabilidad y con cuidado.
Porque conservar la calma no significa no sentir. Significa sentir con conciencia, con amabilidad y con cuidado.
Tu termómetro emocional: Porque la salud mental también se mide.
Tu termómetro emocional: Porque la salud mental también se mide.


Regular nuestras emociones no significa reprimirlas, sino aprender a habitarlas con consciencia.
Cada paso hacia el bienestar emocional es un acto de amor propio.
Medidas de seguridad en la oficina

En Forja, cuidarnos es parte de nuestro trabajo diario. A veces, lo que parece rutina es lo que nos cuida. Desde cerrar bien una puerta hasta saludar a tiempo a un visitante, cada gesto cuenta.
Aquí te recordamos algunas acciones clave para que entre todos cuidemos nuestro espacio, nuestro trabajo y a quienes lo comparten con nosotros.
Cada detalle cuenta cuando se trata de cuidar lo que somos y lo que hacemos. Gracias por ser parte activa de un equipo que evoluciona con conciencia, compromiso y respeto.